Ponencia de Gabriel Mariotto, durante el Taller de Medios de Comunicación, que se realizó los días 12 y 13 de octubre pasado en la Ciudad de Buenos Aires organizado por el Foro de San Pablo y la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina.
La Argentina recupera la democracia en el año 1983 y heredamos, entre todas las tragedias, una ley de medios de la dictadura militar que convivió con nosotros veintisiete años. Avanzamos mucho en los gobiernos de Néstor y Cristina, como nunca. Hace poco se cumplieron siete años de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual pero en esos veintisiete años de democracia, convivimos el Decreto ley 1.880 .
Por supuesto anacrónica, represiva, censora; aún así la cultura popular pudo gambetear y surgieron en los años 86/87 con mucha fuerza, emisoras de baja potencia que fueron ámbito de resistencia cultural muy importante, muy genuinas, muy participativas, donde no sólo el concepto sino también el formato pudo ensayarse para llegar de la mejor forma con la música, la poesía, la opinión, el radioteatro con lo que no se escuchaba en las FM del sistema. No me cabe duda que ese fue el embrión junto con los gremios de comunicación y de las universidades. Embrión que sirvió para generar el texto de la Ley 26.522, que fue un acierto en la forma que se llevó adelante.
Se construyó de la forma más plural, en foros, recorriendo todo el país. Ese formato permitió que la discusión sobre la comunicación llegara a la mesa familiar.
Había algo que impedía que avanzaran los más de setenta proyectos de ley presentados en todos esos años en el Congreso, quien la impulsaba recibía la estigmatización de parte de la opinión del medio concentrado y sobre todo el medio monopólico se encargaba de especificar sobre que carriles transitaba la ley en cuestión y entonces la hacían bolsa. La única forma de romper esa trama destructiva, fue caminar en foros y discutir mucho, recibir aportes sobre un texto prefijado, reviendo y recibiendo aportes de toda la ciudadanía, eso hizo imparable la Ley.
Creo que hay que aprender no sólo de la Ley de Medios y adoptar que las leyes centrales de nuestros estados tienen que debatirse. Ese formato es realmente muy fortificador del texto y permite llegar a todos los ámbitos. Por eso fue una ley interesante, importante que costó muchísimo sancionar, pero que tuvo el coraje de Cristina Kirchner, de subrayar que aunque fuera lo último que iba a hacer, no había venido a calentar sillas sino a arremeter contra esos poderes que hacen más chiquita la democracia.
Sin Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no hay democracia posible, porque lo estamos padeciendo hoy, una vez que el gobierno de Mauricio Macri derogó por decreto de necesidad y urgencia los aspectos centrales de la ley, sobre todo con lo que tenía que ver con la desmonopolización. Creo que Ernesto Samper como Presidente de UNASUR, dijo que los poderes facticos sobrevuelan los territorios, los cielos de la Patria Grande. Medios de comunicación concentrados y poder judicial operando en forma sistémica.
Es muy fácil detectar que entre el poder judicial y los medios de comunicación concentrados, hay un eslabón perdido que son los servicios de inteligencia y que funciona a la perfección. Si uno ve televisión ya no está escuchando la opinión libre o interesada de un periodista, está viendo como se opera a partir de la visión de los distintos servicios de inteligencia y si hay cuatro periodistas en un panel, cada uno responde a un “servicio” y la discusión es entre servicios y eso se ve reflejado en las tapas de diarios al otro día, en un fallo Judicial, jamás se me va a escapar decir “justicia”, sino que es el Poder Judicial.
Entonces, servicios de inteligencia, medios de comunicación y Poder Judicial es una triada de la cual es muy difícil salir. No me cabe duda que vamos a encontrar la salida, la salida tiene mucho que ver con poder desarticular el egocentrismo, que quizá sea el factor más dañino entre los espacios nacionales y populares. Todos los días hay que pelear contra el egocentrismo. Ponerlo en palabras y tratar de superarlo, la comunicación popular nos tiene que servir para volver al lugar donde estábamos muy bien y no la pudimos activar a partir de la ejecución de una ley de Servicio de Comunicación Audiovisual como se la discutió en la Argentina, que es vanguardia todavía en el mundo y no porque sea la mejor, sino porque tomó las mejores experiencias de lo ya discutido en otras sociedades y que le agrego un condimento propio, producto del padecimiento, de muchos años de sometimiento.
Entonces se le puso a las mejores experiencias recogidas, se le sumo esa cuota de padecimiento revertida en potencialidad. Por ejemplo el treinta y tres por ciento del espectro destinado a las emisoras sin fines de lucro, es un avance muy importante, es un punto también que el resto de las sociedades ve con gran satisfacción.
Nosotros tuvimos la Ley, una ley que impulsó el ejecutivo, Cristina se involucró porque no era posible que fuera promovida por un diputado, por un sector , porque el poder que enfrentas es muy grande, por lo tanto, que el ejecutivo haya enviado el borrador y después recogidas todas las opiniones a partir de los foros le dio una potencia fundamental,
Cuando el Congreso la aprobó con amplia mayoría, llovieron medidas cautelares impulsadas por el Grupo monopólico Clarín que trabaron su implementación.
Se discutió en una audiencia pública en la Corte Suprema de Justicia, donde fue maravilloso el trabajo de Cynthia Ottaviano, Damián Loreti y Graciana Peñafort contra los abogados de Clarín y se logró la constitucionalidad de la totalidad de los artículos. Estábamos en el mejor de los mundos, después de cuatro años de discusión por las medidas cautelares la Corte nos da la constitucionalidad y era el mejor escenario para poder aplicar la Ley.
Y ahí es donde tenemos que revisar algunas disfunciones que hemos tenido en la aplicación. Yo voy a mencionar dos, que creo que fueron los que le dieron un golpe knockout a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
La primera fue la suspensión de los concursos para nuevas licencias de televisión; la Argentina tiene 29 canales privados desde 1958. La televisión nace con la voz y la imagen de Evita, desde los balcones de la Casa Rosada y el “Aunque deje en mi camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recordarán mi nombre y lo llevaran como bandera a la victoria”.
Esa frase la pronuncia el 17 de octubre de 1951 cuando nace la televisión. La dictadura que derroca a Perón otorga en 1958 las licencias para los canales de Capital Federal y se licitan resto de licencias que nunca más se volvieron a concursar, siempre hubo una medida para renovar licencias.
Entonces 29 concursos, 29 canales y se cerró todo. Cuando nuestro gobierno recupera la banda de UHF por donde iba a ser y crecer la televisión digital terrestre, toma una medida muy importante que pateó el tablero al adoptar la norma brasilero japonesa, por donde iban a operar las bandas en esa plataforma de televisión digital terrestre, después del apagón analógico que en algún momento se realizará, solamente quedará la televisión en esas bandas. Al adoptar la norma brasilero japonesa, que Brasil había adoptado, la Argentina es el segundo país y logramos que todo el continente incluso Uruguay que ya se había expresado a favor de la norma europea y Chile que también estaba por cambiar a la norma europea, todo el continente salvo Colombia que adoptó la norma norteamericana, bueno, no en vano tienen siete bases norteamericanas en su territorio, el resto del Continente adoptó la norma brasilero japonesa. Lo que nos permite soñar con que haya producciones que se vayan generando en todos nuestros estados y que vuelen los cielos de nuestro éter y que podamos tener entonces, medios de comunicación que ayuden a la integración.
Volviendo a los concursos suspendidos, teníamos recuperada la banda de UHF y esa plataforma permitió un llamado a concurso para 220 televisoras, 110 con fines de lucro y 110 sin fines de lucro. Esas frecuencia iban a ser adjudicadas gradualmente y a su vez la Ley obligaba a las plataformas de distribución como DIRECTV y a las Cable operadoras a ir incorporando a la grilla a los nuevos canales. Entonces esa pluralidad que reclamaba la sociedad y que la Ley manifestaba se podría haber cumplido. Todo esto que podría haber sucedido no sucedió porque nuestro gobierno los suspendió. Gravísimo error, un error irreparable.
La otra medida que a mi juicio también afectó al desguace de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue la aplicación de la desmonopolización. Como se aborda el aspecto de desmonopolización. Claro, la Ley de Servicios y Medios de Comunicación permitía un número de emisoras de radio y de televisión en manos de una empresa, no más de diez a nivel nacional y no más de tres en una misma áreas de cobertura.
Por ejemplo, si había un canal de televisión, una radio AM y una radio FM, se cumplía la cuota en la misma área de cobertura, no se podía tener las diez emisoras en una misma ciudad y si tenía licencia de Cable no podía tener canales de aire y si tenía licencia de Cable en esa área de cobertura y distribuía las señales, no podía producir contenido, porque ahí estaba la espina dorsal del monopolio.
Cable Visión, Multicanal operan en conjunto y cuando te dan el control remoto, hacés un zapping sobre todos los canales que son de ellos. Canal que no producen o no lo ponen en la grilla o lo mandan al fondo de la tabla de posiciones. Entonces, quien distribuye señal, no genera contenido y si sos dueño de una licencia de televisión satelital, tampoco porque ya está cubierta la cuota, no podes tener después ningún canal local, ninguna radio local.
Para aplicar la desinversión había casi veintisiete o más, veintinueve empresas que tenían más licencias que lo que permitía la Ley. Nosotros en lugar de empezar por el más grande que es Clarín que tenía 236 licencias y vamos a usar de comparación esta sala donde hay más de 50 personas y decir que es el Grupo Clarín , empezamos por desinvertir TELEFE que con respecto al grupo Clarín era esta botellita de agua. Si nosotros partimos esta botella, hacemos dos botellas, esta sala es todavía mucho más grande con respecto a la botella partida. Pero nosotros agarramos TELEFE primero y la desinversión que hizo TELEFE, no es Telefónica. Yo no tengo los papeles jurídicos no los vi, por ahí me faltan herramientas del departamento jurídico del AFSCA seguramente, pero políticamente yo siempre supe como televidente que la controlante de TELEFE era Telefónica.
Telefónica es dueño de TELEFE. Si nosotros decimos en el primer dictamen TELEFE no es de Telefónica, ese día descorcha Clarín porque después con esa misma vara tiene que adecuar Clarín. Y eso es lo que `pasó, se adecuó TELEFE y no se pudo adecuar más en la vida de Dios Clarín.
Y en el 2015 Macri gana las elecciones y a días de la asunción comete la grosería de derogar la Ley de Servicio de Comunicación Audiovisual por un decreto de necesidad y urgencia sin esperar las sesiones del Congreso y sin siquiera llamar a extraordinarias.
Quería mostrar, que él con la lapicera podía derogar la Ley discutida en los foros, promovida por el ejecutivo, sancionada en el Legislativo y ganada en una audiencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. O sea que todos los poderes del Estado más la participación del pueblo fue superado por el decreto de necesidad y urgencia de Macri y después avalada en el Congreso Nacional por algunos legisladores que habían votado a favor de la Ley y que ahora acomodándose a los nuevos tiempos políticos, levantaron la mano para avalar el decreto de necesidad y urgencia del gobierno de Macri.
Después de todo lo que se avanzó en materia de políticas públicas de Legislación hemos sufrido una gran derrota y estamos muy mal, nos queda la comunicación popular, nos queda lo que decía un compañero de un municipio, hay que volver a de pintar. Bueno, las pintadas, las radios de baja potencia, la televisora, la web… nos queda la creatividad.
Recordar esas pintadas de 1955, contra la desinformación usar “tiza y carbón”, resistiendo las dictaduras como la de Aramburu que impedía nombrar a Juan Domingo Perón, a Eva Perón, nos queda la resistencia. Cuando teníamos la posibilidad de un Estado que garantice la pluralidad de voces, la democratización de los medios, volver a que solamente nos quede la comunicación popular es realmente un dolor. No me resulta extraño porque venimos de ahí, somos eso, nunca olvidamos eso, pero desde ahí a plantear ejes de comunicación democrática a solamente a tener que quedarnos en la radio de baja potencia, es realmente un problema.
Desde lo malo sale lo bueno. Seguramente surgirán cientos de emisoras comunitarias, se potenciarán y resistirán los decomisos las que están, porque este gobierno lo que no tolera es una voz disidente, no lo tolera. Nosotros pensamos desde el movimiento nacional, popular y revolucionario que se expresa en el Peronismo y sus aliados, pensamos un país para todos.
Así que como la batalla es cultural, hemos perdido esa batalla y duele porque cuando estás tan cerca, tan cerca de la democratización de los medios de comunicación, que no haya monopolio y no haya posición dominante se cumple con ese paradigma provinciano que salir de la misma línea y ya no estoy hablando de la información sino de las expresiones de cultura, ¿no?
Como se desprecia la cultura popular a partir de la posición dominante o del prejuicio estético que tienen los productores. Se ve habitualmente en los programas de televisión mas allá de la disputa por la información, por lo que se selecciona y se dice en la estigmatización y el desprecio y sobre todo por lo que no se dice. Pero eso se ve también en el plano de lo no dicho. En lo no dicho está el chámame, está el tango, en el rock nacional; eso está en lo no dicho, y cuando lo dicen, lo dicen de la forma que se subestime. Entonces la impronta aspiracional de un sector de la sociedad se ve potenciada por ese paradigma cultural que los grandes medios de comunicación esbozan.
Bueno por eso se hace mucho más difícil porque esos medios de comunicación, tienen sus dueños, caso de Héctor Magneto con “Clarín”, José Claudio Escribano con el diario “La Nación”, aquí nos acompaña esta tarde Osvaldo Papaleo, que es el emblema junto con Lidia de la lucha por la recuperación de Papel Prensa, empresa arrebatada a ellos, producto de crímenes de lesa humanidad en la última dictadura y que dejo como dueños del monopolio del papel a Clarín y La Nación
Cuando la Presidenta envía la investigación del caso Papel Prensa a la Justicia, pues sabía que si hubiese justicia esa gente tendría que haber ido a dar explicaciones, Escribano y Magnetto se fueron a Uruguay. Pero ya con el gobierno de Mauricio Macri, la Justicia argentina, no cita a declarar a los imputados y fallan en contra del reclamo de restituir la empresa Papel Prensa a sus legítimos dueños.
La situación es complejísima, digo, se pegaron tal susto que la democratización era posible que ahora te persiguen hasta por debajo de la cama. Por esos, es lo que hicieron entre otras cosas con Fútbol para Todos. Nos sacaron Fútbol para Todos en una ecuación de medios concentrados, gobierno y dirigentes del fútbol. Nos roban la posibilidad de expresar la alegría de acceder a un contenido de cultura popular como lo es el fútbol en los televisores abiertos, gratuitos en alta definición por la plataforma de la televisión digital terrestre en todo el país con una inversión del Estado de mil ochocientos millones de pesos en el 2.015 , sobre un presupuesto de ciento ochenta mil millones de pesos, significaba el 0,01 % del presupuesto nacional para que todo el mundo pudiera acceder a ese contenido que antes del gobierno de Nestor y Cristina estaba solamente destinado a aquellos que tenían cable y codificado y que nos expulsaba a todos los ciudadanos a las estaciones de servicio o a los bares a ver los partidos.
Ahora han hecho exactamente lo mismo, primero hicieron una campaña de desprestigio contra Fútbol para Todos; si faltaba gasa en un hospital la culpa la tenía Fútbol para Todos, si faltaban tizas para una escuela la culpa era de Fútbol para Todos y nadie miraba el 99,9 % del presupuesto restante y nosotros como somos obtusos, tampoco miramos lo que invierte el Estado en el Teatro Colón o el Teatro Argentino de La Plata para 2.300 butacas , la expresión del ballet o la cultura de elite o de la ópera.
No somos obtusos, entendemos que el Estado también debe estar en ese proyecto de cultura de elite. Pero ellos cuando hay cultura popular y hay un Estado tratando de integrar, ponen el grito en el cielo y empieza la estigmatización, sobre esa estigmatización la persecución a los funcionarios que actuamos en Fútbol para Todos. El desfile en Tribunales, el procesamiento, las sospechas sobre corrupción y todas esas instancias que ya estamos acostumbrados a conocer y rápidamente la privatización , que dicho sea de paso, como somos tan giles, para ellos, la van a implementar después del 22 de octubre, que son las elecciones nacionales, mientras tanto te hacen una suerte de previa de quite de derechos, pero, todavía te la podes ir rebuscando.
Pero el 22 de octubre vas a tener que pagar casi $ 2.000 (aproximadamente U$A 100) de Cable y $ 300 (aproximadamente U$A 20) de codificado para poder acceder a ese contenido lo que va a producir una gran angustia. Esa gran angustia se ve en Capital Federal y en Gran Buenos Aires, pero se ve mucho más en el interior porque ni siquiera están las plataformas parea poder engancharte. Si sos hincha de un club y tenés ganas de ver a tu equipo y no tenés plata hasta , se genera una angustia que es terminal porque querés ver un partido, querés ver a tu equipo y no poder verlo es realmente una gran angustia. Este gobierno oligarca piensa que todo el mundo va los fines de semana a los museos de arte moderno o va a navegar por el Río de la Plata, o por otros ríos y no puede ser. Nos han quitado la posibilidad de disfrutar de un hecho cultural como es el fútbol para nosotros, esperemos que cuando lo eliminen definitivamente o lo condenen al Cable después de octubre, cuando pasen las elecciones, la bronca pueda organizarse en un reclamo genuino y que ese descontento, ese desánimo se transforme en un reclamo con organización y con fuerza.
Pero bueno… esto no es una mirada pesimista, y digo que no es una mirada pesimista porque todo lo que se construyó queda en la conciencia y en la organización y creo que se va a activar cuando se sigan envalentonando en el sometimiento. El pesimismo lo vamos a dejar para tiempos mejores, muchas gracias.
Lic. Gabriel Mariotto
Es Periodista y docente universitario, Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora; Impulsor de la Ley de Servicios Comunicación Audiovisual en Argentina, Presidente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), encargada de regular los medios de comunicación. Vicegobernador de la provincia de Buenos Aires 2011/15, Director, productor y guionista de películas: Padre Mujica, Perón Vuelve, A cielo abierto, Operación Walsh entre otras actual-mente es Diputado del PARLASUR.