Por Mujeres y Diversidades – Red de Comunicadores del Mercosur ***
Ante los hechos de público conocimiento en el procedimiento de desalojo de las familias del Lof Lafken Winkul Mapu en la zona de Villa Mascardi, el espacio de Mujeres y Diversidad de la Red de Comunicadores del Mercosur expresa su más enérgico repudio a la represión popular en todas sus formas, acciones que no deberían tener lugar en democracia y menos en un gobierno que se precia de defender un proyecto nacional y popular.
Los hechos dan cuenta de la violación de los derechos de las mujeres, así como de niños, niñas y adolescentes y otras personas de la comunidad Mapuche. Incluso debió exigirse insistentemente para que una mujer embarazada tuviera acceso a una atención de la salud perinatal con pertinencia cultural, es decir parir con identidad mapuche acompañada por su püñeñelchefe (partera empírica). Tal cual lo hicieron en su momento con Milagro Sala, se le hospitalizó con una fuerte custodia de fuerzas de seguridad.
En este marco, exigimos la inmediata liberación de las mujeres mapuches detenidas y que se les garantice un proceso judicial ajustado a derecho, tal cual lo exigen nuestras leyes y los tratados internacionales a los que adhiere nuestro país. La ancestral disputa por las tierras, que se inició con la conquista y prosiguió con el modelo mitrista, así como los sucesivos gobiernos neoliberales, asume hoy la forma de la disputa por el territorio, es decir por los recursos naturales, tanto en la Patagonia como en los montes y en toda la extensión del continente americano.
Se trata de una cuestión que reclama de nuestra parte la búsqueda de información fidedigna, respeto por la diversidad y los derechos humanos, y no perseguir el impacto mediático que genera la decisión de un operativo de desalojo.
️ No hay pragmatismo político que diluya las responsabilidades de quienes debiendo garantizar la seguridad ciudadana -es decir de todas, todos y todes les habitantes del suelo argentino- la ponen en riesgo de manera permanente y alimentan discursos de odio que sólo atentan contra la democracia.
Una vez dijimos Nunca Más en Argentina, y esa bandera fue un ejemplo de lucha para el mundo entero. Reivindicando esa historia y sintiéndonos parte de ella hicimos sonar el Ni Una Menos. Hoy no resignamos ninguna de esas banderas y abrazamos a las mujeres, niños, niñas y adolescentes del pueblo mapuche que están sufriendo en sus cuerpos la represión por defender su dignidad de existir.
Mujeres y Diversidades
Red de Comunicadores del Mercosur